Javier Ruibal logró lo que se proponía. Hizo de su concierto para festejar el treinta aniversario de Radio Chipiona una fiesta de la cultura y la libertad. Esos dos valores por los que siempre ha luchado la emisora. “Para las emisoras municipales y comunitarias, como la nuestra, es fundamental. Y Ruibal representa eso, la apuesta por una cultura musical abierta, la fusión y conjunción de estilos, y la libertad y el compromiso social”, afirma Cristóbal Ruiz, director de la emisora.
El concierto tuvo lugar en un ambiente festivo y muy familiar. Rostros muy conocidos, personalidades de la cultura y la comunicación no quisieron perderse el evento y compartieron risas, copas y comentarios en un acto en el que se respiraba libertad. La sala Picoco estuvo repleta de gente, pero no hubo aglomeraciones. “No quisimos forzar mucho la promoción. Controlamos bien la publicidad. La experiencia era nueva y queríamos priorizar que la gente estuviera a gusto. Y aún así nos faltaron sillas”, recalcó Ruiz.
El equipo de la emisora municipal se movilizó para que todo saliera a pedir de boca y cada uno estuvo pendiente de realizar una labor. El propio Cristóbal Ruiz, fue el encargado de conducir el acto. “Nos faltó haber tenido un poco más de tiempo para compartir con tantos amigos, pero disfrutamos mucho con el acto”.
Javier Ruibal, que estuvo casi dos horas encima del escenario cantando sin descanso, hizo las delicias de un público entregado con canciones como Un ave del paraíso, Isla Mujeres o La Flor de Estambul. “Para mí fue especialmente emotivo el momento de Habana Mía, donde confluyeron muchas sensaciones. Disfruté viendo disfrutar”.
La aportación del grupo Glazz, que acompañó a Ruibal durante la actuación sorprendió muy gratamente a los presentes que aún no conocían a este joven grupo que viene empujando muy fuerte con un estilo peculiar que mezcla el jazz, el rock y evoca a veces matices flamencos. Daniel Escortell con el bajo, José Recacha con la guitarra y Javi Ruibal con la batería hicieron aún más grande y completa la noche. Además de tocar muchas de las canciones con el compositor y cantante portuense, realizaron un par de temas propios del grupo que fueron muy del agrado de los presentes.
Javier Ruibal finalizó el acto con dos temas muy ligados al Carnaval Atunes en el Paraíso y el himno del Cádiz que él mismo compuso para el Centenario del conjunto amarillo. En ambos casos el estribillo fue coreado por el público, habituado a escuchar estos temas que sirvieron de fin de fiesta y de antesala del de un detalle también con base carnavalesca. Los miembros de Radio Chipiona, en agradecimiento, le hicieron entrega de un pasodoble que dedicó Vera Luque al autor portuense hace ya cinco años. Se esperaba que fuera el propio Vera Luque, amigo personal de Ruibal y de Radio Chipiona, quien lo entregara pero no pudo estar por motivos de agenda. La letra de aquel pasodoble fue profética, ya que además de ensalzar la figura de Ruibal se decía que sería pregonero de la fiesta gaditana. Como así ocurriría para mayor gloria y orgullo de Javier Ruibal, un carnavalero confeso.
Un ambiente de lujo para una efeméride de lujo. Cristóbal Ruiz se felicitó de que todo saliera tan bien y agradeció las atenciones del propio Ruibal, del grupo Glazz, de la sala Picoco y de Quique Caraballo, quien estuvo impulsando el proyecto en todo momento. “No hacemos más cosas de este tipo porque la salud no nos llega para tanto. Nuestro trabajo ya es más estresante de lo que debiera. De todas formas pensamos colaborar con quién lo necesite y algo tenemos en mente. El objetivo es demostrar que se puede hacer”.
Fotografía: Irene Vélez