Antonio Pérez Bohórquez, conocido por todos como `Toto´, es un referente en materia de juventud y cultura. Un soplo de aire fresco que se esconde tras unos pitillos y unas gafas de sol. Se declara empedernido aficionado a la música y adicto a la compra de CD´s y vinilos. Su labor como dinamizador social en la cultura local es innegable. El grupo Creando futuro es uno de los últimos frutos de su trabajo. Con él, los jóvenes chipioneros buscan alternativas a la desidia cultural de las instituciones políticas y salidas creativas a los problemas económicos. La implicación ciudadana y la creatividad para encontrar formas de financiación, vitales para que salgan adelante nuevos proyectos.
¿Cómo anda el pueblo y los jóvenes en cuanto a iniciativas culturales se refiere?
Bastante escaso. Uno de los mayores problemas que tenemos en cuanto a participación es que la gente está acostumbrada a que le den las cosas ya hechas. La misma iniciativa que se tiene con el carnaval, por ejemplo, que es una de las fiestas más emblemáticas del pueblo, y en la que más gente se compromete y se aglutina, se puede tener para el resto de actividades culturales. Pero hay que levantarse del sofá.
Y ese desinterés del que hablas, ¿a qué crees que se debe? ¿es problema del sistema educativo o es pereza de los jóvenes?
Yo creo que es un poco de todo. Ahora mismo estamos trabajando con los chavales de Creando futuro la participación ciudadana. Que no es otra cosa que preguntarnos que, porqué cuando el Ayuntamiento propone actividades culturales, talleres, etc., no acude nadie, o acude un número muy reducido de participantes. Y la respuesta a esta pregunta, es tan sencilla como que nunca nos han enseñado a participar. Y tenemos que aprender a participar. Por ello, se están originando unas nuevas políticas juveniles que proporcionan un nuevo enfoque, incitando y enseñando a nuestros jóvenes a participar. La mayoría de los jóvenes chipioneros no saben que pueden montar un concierto, un taller, unas jornadas… y sí que lo pueden hacer. Por eso, desde el Ayuntamiento intentamos educar a la gente hacia la participación ciudadana. En tiempos de crisis, es lo primordial. Al haber poco dinero, las únicas opciones que hay son las que da el pueblo.
¿Consideras que el Ayuntamiento de Chipiona da la importancia que se merece a los asuntos de cultura y juventud?
El Ayuntamiento cuenta con unos recursos que son limitados. Aquí ha habido épocas, cuando no estábamos en crisis, en las que se hacían muchísimos eventos culturales. Lo que ocurre que a veces la gente es demasiado exigente, y si no se hace un concierto del cantante que a mi me gusta, no voy. Por eso digo que para mí la cultura no es algo institucional. Para mí la cultura la hace el pueblo. La cultura sale de la gente. La labor del Ayuntamiento es fomentar, apoyar y no dejar que decaiga. Pero realmente somos nosotros, el pueblo, quienes tenemos que hacer que esto funcione.
Pero también faltan espacios habilitados.
Sí. No necesitamos un auditorio para mil personas, pero sí una sala multiusos en la que quepan unas 300 personas, que sirva para distintas cosas y que esté a disposición de la gente. En el momento en que la gente empieza a organizar cosas, les va saliendo bien y viven esa experiencia, comienzan a comprometerse y a implicarse más.
El sector cultural es uno de los más perjudicados por los recortes. ¿Cómo se aprecia eso a nivel local?
A nivel local es destructivo. Y eso se refleja en las subvenciones, por ejemplo. Éstas están pensadas para ayudar a las diferentes iniciativas que previamente han sido planteadas y en las que, de antemano, se ha realizado alguna inversión. No podemos plantear hacer algo sin dinero y que nos subvencionen. Es la pescadilla que se muerde la cola. Otra cosa que también afecta es que la gente se ha acostumbrado a que la cultura sea gratis. Y esto no puede ser. Los músicos viven de su música, los fotógrafos de sus fotos, los pintores de sus pinturas, etc., son profesiones como otras cualquiera. Por eso creo que es un tema de prioridades. Igual que hay gente que llega a pagar 15 euros por una copa, puede pagarlos para ver a un grupo que lleva ensayando en su local 6 horas diarias, 4 días a la semana.
Si pudieras hacer realmente lo que te gusta, ¿qué actividades propondrías para el pueblo de Chipiona?
Como la música es una de mis pasiones, plantearía un ciclo de concierto por los diferentes bares del pueblo. Algo parecido a lo que se hace en el Monkey Week.
Fuiste uno de los que vivió el auge de `la lonja´. ¿Crees que su derribo se llevó por delante ese torrente de cultura musical que allí había?
Es cierto que, en cuanto a grupos musicales, la cosa está bastante floja. Cuando nosotros estábamos, había más grupos y la gente se volcaba más. Lo que se movió en la lonja lo sabe muy poca gente, y desafortunadamente muy poca lo disfrutó. En aquella época llegaron a venir grupos a tocar por dos euros la entrada, que a día de hoy forman la primera plana absoluta del rock y del indie nacional. Cuando cayó la lonja, también cayó todo eso. Por eso me gustaría recalcar la importancia de los recursos. Más que del dinero, del espacio, de cierta infraestructura, de un equipo con el que se puedan desarrollar las actividades.
¿Cómo ves el presente y el futuro de los jóvenes en relación con la cultura?
La juventud es el fiel reflejo de la sociedad, entonces tiene que haber de todo. Yo confío que la cosa va a ir a mejor. Es cierto que también tenemos que destacar el lado positivo, y actualmente existe un grupo importante de jóvenes con iniciativa. Hay mucha gente haciendo fotografía, pintura, música, jóvenes estudiando con ganas de avanzar, etc. Uno de los consejos que doy a los jóvenes y a los no tan jóvenes es que participen, que se involucren y que hagan y propongan lo que realmente les gusta. Que se pueden hacer muchas cosas sin dinero. Estamos en una época en la que tenemos que movernos, si no, lo vamos a tener muy crudo.
Fotografía: Curro Rodríguez