por Antonio Valderrama Vidal | Abr 5, 2013 | OPINIÓN
Sentado donde probablemente hace 500 años todo era piedra y dunas, contemplo el horizonte. El cielo es de un azul atemporal, y frente a mí, el Atlántico lame la lengua de tierra de Doñana que, cada vez más imperceptible a medida que sube la marea, se va haciendo...